Resumen:
El agua es un insumo esencial (bebida, limpieza e irrigación) en el consumo de la población a nivel mundial. En el caso del agua potable, la calidad es de suma importancia; el agua contaminada es una fuente de enfermedad y muerte especialmente en niños menores de 5 años. En los países en desarrollo la gente pobre no tiene más opción que tomar el agua disponible, a menudo sin tratamiento, lo que ocasiona riesgos en la salud.
La problemática en los países en vías de desarrollo es el deficiente abastecimiento de agua y saneamiento por parte de los gobiernos locales y empresas públicas y privadas abastecedoras de agua, provocando así enfermedades a causa de la contaminación ya sea debido al deterioro de los sistemas de distribución o al no cumplimiento de la normas de calidad de agua potable. Ante esto surge la necesidad de tomar acciones que mejoren el servicio y aseguren una calidad de agua óptima para la población, para prevenir posibles enfermedades a la salud y asegurar una mejor distribución y calidad del servicio.
A nivel internacional la Organización Mundial de la Salud (OMS1) ha elaborado guías metodológicas para control de calidad del agua, las cuales proporcionan una base científica para la elaboración de normas nacionales, regionales o locales, garantizando así un agua segura, al controlar el cumplimiento de estas normas en los sistemas de abastecimiento de agua de consumo (OMS, 1997). Además la OMS, OPS2 (Organización Panamericana de Salud), la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) y como ente responsable el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS3)