Resumen:
Para hablar del mundo andino, Josef Estermann determina que la filosofía andina se basa en
“la experiencia concreta del pueblo, vivida dentro de ciertos parámetros y espacios
temporales”, y se diferencia de la filosofía occidental que se basa en textos escritos que son
producto de reflexiones individuales. (Estermann, 1998, 63)
El pueblo indígena atravesó un proceso histórico profundo y violento, pues se admite que el
hombre andino es el verdadero heredero del continente sudamericano y se lo considera que
formó parte del origen del continente latinoamericano, además que fueron casi aniquilados
y trataron de silenciarlos hace 500 años, durante la colonia fueron mano de obra servil,
contexto que no se sometió a un cambio en el período de república. Este proceso se reduce
como una relación de explotación y sumisión entre el superior (español, criollo) y el
hombre andino. Desde la visión eurocentrista, se definió a los indígenas como originarios, y
por su lengua, costumbres, creencias, se los clasificó como: primitivos, salvajes, o seres que
poseen una cultura atrasada. Es decir, lo andino se invisibilizó ante los ojos del mundo.
En América Latina, el hombre andino se caracteriza por su disposición a sobrevivir y a
adaptarse a los múltiples cambios que los marcaron. Como se habló, de su largo proceso
histórico se ratifica que han sucedido un sinnúmero de cambios y transformaciones en la
situación actual. En el año de 1989, el convenio 169 de la OIT3 sobre pueblos indígenas y
tribales y la Asamblea General de la OEA4, establecieron una propuesta dirigida a la
Declaración Americana sobre los derechos de los Pueblos Indígenas , lo que significó
la aceptación de sociedades multiculturales y el reconocimiento de lo distinto.
El Ecuador se sumó a los países que ratificaron el convenio, reconociendo los derechos a la
libertad, igualdad y autonomía, principalmente del mundo andino, por ser un país que se
caracteriza por la gran diversidad cultural, es decir multicultural.