Resumen:
Durante los años noventa, Ecuador, al igual que la mayor parte de los
países de América Latina, adoptó el modelo económico neoliberal promovido
por las grandes potencias de la época, Estados Unidos y Reino Unido, con la
esperanza de fomentar el crecimiento y el desarrollo por medio de la
reinversión de los excedentes del sector privado en la economía. Sin embargo,
este sistema, poco adaptado a la realidad nacional, se mostró ineficaz para
reducir los índices de pobreza y exclusión social, creando la necesidad de un
cambio de paradigma económico en el nuevo milenio. La economía popular y
solidaria (EPS) nace en este contexto como una alternativa económica
inclusiva, que reconoce al ser humano como sujeto y fin del desarrollo, y ya no
únicamente como un actor de los intercambios comerciales. El nuevo sistema
económico del Ecuador, denominado social y solidario, reconoce por primera
vez a este sector, transformando el modelo de desarrollo del Estado.
Este nuevo modelo, en el cual el Estado retoma su responsabilidad
frente a la promoción de condiciones económicas y sociales más justas, no
pasa desapercibido ante la comunidad internacional. La Unión Europea, el
mayor donante mundial de ayuda al desarrollo, colabora con su fortalecimiento
a través de su Programa de Apoyo al Sistema Económico Social, Solidario y
Sostenible (PASES), creado con miras a apoyar las iniciativas estatales para el
establecimiento de un sistema económico social y solidario. La modalidad de
apoyo presupuestario, bajo la cual funciona este programa, consiste en una
propuesta innovadora que responsabiliza al Estado por la gestión de su
desarrollo al inyectar de forma directa fondos al Presupuesto General del
Estado para que éste los administre según sus prioridades de desarrollo.
Debido al hecho que, según la Constitución de 2008, el sector
económico popular y solidario integra el sistema económico social y solidario,
el programa PASES canaliza también sus fondos hacia este sector.