Descripción:
El Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), tuvo un crecimiento urbano y poblacional vertiginoso producto de una serie de cambios económicos y de infraestructura a nivel local. La ciudad se inició como un espacio compacto a partir de una plaza central (en el tiempo de la colonia), hasta culminar en una ciudad fragmentada hacia la periferia o zona rural, resultado de la falta de espacios vacantes en el área urbana consolidada. Si bien el crecimiento fue regulado, el gobierno local no tuvo el necesario poder coercitivo para controlarlo, a tal punto que se desborda hacia las parroquias rurales, siendo una de éstas la Parroquia Calderón, ubicada en el Centro Norte del Distrito Metropolitano de Quito o Norte del Quito urbano, generando un fenómeno de crecimiento urbano y poblacional de magnitudes considerables en un período de tiempo no mayor a veinte años, tomados desde inicios de la década de los 90.
Fueron otras también las razones que contribuyeron al crecimiento de la Parroquia de Calderón, como la cercanía al área urbana de Quito, el bajo costo del suelo, el mercado inmobiliario, entro otros aspectos; pero fundamentalmente una gestión urbana poco integradora por parte del gobierno municipal, evidenciada no solo en formas limitadas de regulación para el uso de suelo, que exprese una normativa acorde al crecimiento, sino también el escaso control de las construcciones para viviendas. El resultado, una parroquia “fragmentada” con usos de suelo dispersos que dificultan el abastecimiento de servicios básicos y las necesidades mínimas de movilidad, escolaridad, salud, seguridad y otros aspectos. Pero además, esta inapropiada forma de crecimiento, afectó la identidad cultural de la población ancestral y el patrimonio ecológico de Calderón, debido a que esta es la única parroquia del DMQ, en donde aún existen nativos de la Cultura Kitu Cara, que se han visto obligados a coexistir en un modelo urbano que merma paulatinamente sus tradiciones y disminuye su territorio ancestral.