Descripción:
A medida que la investigación concretó sobre la problemática de la pobreza, se ha vuelto más evidente que dicho flagelo se ensaña de modo particularmente virulento con los sectores más vulnerables e indefensos de nuestras sociedades: mujeres, niños, ancianos y pueblos indígenas. Los indígenas no sólo son víctimas de dispositivos tradicionales y modernos de explotación y opresión. Su deplorable condición se agrava cuando además se le suma el empeño de sociedades fuertemente racistas –aunque ello no se asuma abiertamente- en negar la existencia del indígena, en “folklorizarlo”, convirtiéndolo en un elemento exótico, deshumanizado, parte del paisaje rural que se mimetiza en la exhuberancia de la flora y la fauna latinoamericana. Esta lamentable invisibilización del indio (si se permite utilizar tan ambigua expresión) ha retrasado considerablemente el estudio riguroso tanto de su condición actual como de su historia. En este contexto, el presente texto enriquece considerablemente el horizonte tradicional de los estudios sobre la problemática indígena.