La relación género – medio ambiente y saberes, se ha dado en el marco de mecanismos de división sexual del trabajo y dentro de sistemas patriarcales que limitan el acceso a los recursos y la participación de las mujeres. La modernidad y los sistemas político- económicos vigentes, han subordinado el saber y el conocimiento producido por las mujeres limitando el reconocimiento y la práctica de dichas epistemologías. No obstante, en el dinamismo del escenario rural, los esfuerzos políticos, la movilización y organización colectiva de mujeres, han logrado su reconocimiento como depositarias de conocimientos que les permiten la gestión, manejo y construcción de su propio medio ambiente y territorio. El acceso a recursos como la tierra, representa para la mujer, la posibilidad de desarrollar conocimientos, participar política y socialmente, gestionar formas de organización y empoderarse. El presente estudio indaga en los anteriores aspectos desde el estudio de caso de la Asociación de Productores de Plantas Medicinales de la Provincia de Chimborazo - Jambi Kiwa, en el corazón del Ecuador, donde se estima que el 80% de asociadas son mujeres que realizan prácticas de producción orgánica bajo la premisa del rescate y revalorización de los conocimientos tradicionales y las bondades de las plantas medicinales.