Resumen:
Cuando estaba realizando la práctica docente; hace aproximadamente dos años, me encontré con que algunos niños y niñas no querían aprender lo que yo les estaba enseñando; muchos de ellos no traían los trabajos enviados a casa y si los traían estaban sucios y mal hechos.
Mi preocupación iba en aumento pues no lograba llegar a los niños y niñas, entonces se me vino a la mente conversar sobre “qué les gustaría ser de grandes” refiriéndome a la profesión, mi idea era partir de ahí para incentivarlos en sus estudios. Mi sorpresa fue enorme cuando más de la mitad de los niños y niñas me dijeron que no les gusta estudiar y que solo aspiraban terminar el séptimo año de educación básica.
Estos niños y niñas decían “ya sabemos leer y escribir y con esto es suficiente para poder trabajar en el exterior, es por eso que no queremos hacer los deberes porque no nos sirve para nada y en vez de estar preocupados por los trabajos de la escuela era mejor estar jugando en los estadios o en las calles con los amigos”.
La razón que daban los niños y niñas al no querer estudiar era la migración; muchos de ellos contaban que sus padres se encuentran fuera de Ecuador y que ellos solamente pensaban en irse del país. Algunos abandonando sus estudios y otros esperando si era posible continuarlos “allá”. Las niñas y los niños además veían a la migración como la posibilidad de viajar a otros lugares conocer nuevos sitios, ciudades, países, etc.